
Por primera vez el Paraecuestre quiere ser parte de los Parapanamericanos Santiago 2023.
Mi nombre es Dagoberto Valdés, tengo 33 años, nací con una parálisis al costado izquierdo de mi cuerpo (Hemiparesia izquierda). Desde muy pequeño mis padres me trataron como si no tuviera nada, lo que hizo que me desarrollara como un niño normal. Fui formando una gran personalidad, participaba en los actos del colegio cantando, bailando, tocando trompeta (que también es una de mis pasiones), recitando poemas creados por mí, entre otras cosas. Mis hermanos y padre siempre estuvieron ligados al deporte; mi padre cuando joven hacía gimnasia y mi hermano también, él compitió cuando pequeño haciendo suelo y en los diferentes aparatos de la gimnasia, posteriormente practicó taekwondo, con participaciones nacionales y ganando medallas. Por otro lado está mi hermana, quien es profesora de educación física y jueza de gimnasia artística, como ven, todos ligados al deporte.
Faltaba yo, la oveja negra de la familia jajaja, el dagoricosas, el artista de la familia tocando trompeta en orquesta sinfónica, leyendo sobre animales, en especial de perros y caballos. Jamás se me pasó por la cabeza que mi pasión por los caballos se convertiría en un deporte, y bueno… aquí me tienen jajaja.
¿Cuándo y cómo llegan el deporte y los caballos a tu vida?
La primera vez que vi un caballo sentí una conexión extraordinaria, podría decir que fue muy pequeño, mis padres relatan que fue casi a los tres años, y mi cariño y amor por ellos nunca ha acabado. Es extraña mi relación con los caballos, ya que mi círculo familiar no viene de un origen campesino, pero sí tengo familia en la séptima región, y en cada viaje podía acercarme a ellos y montar de una manera más libre. La equitación en si comienza en el Club Ecuestre Las Condes, yo empecé como voluntario de las terapias ecuestres del departamento de discapacidad de la Municipalidad de las Condes, y me quedé trabajando posteriormente dos años; los dueños del centro vieron que me gustaban los caballos, que los trataba bien y me vieron montar, encontraron que era bastante bueno y me dieron la oportunidad de aprender equitación, en ese entonces tenía unos 23 años.

Cuéntanos de tus primeros campeonatos y el que consideras, hasta hoy, el más importante de tu carrera
En el verano del año 2016 yo estaba como equinoterapeuta en Fundación CINTEC, donde se habló de un campeonato Paraecuestre…¿Paraecuestre? dije yo, y me explicaron que es un deporte paralelo al deporte ecuestre convencional en la rama de adiestramiento. Aprovechando que había un instructor de caballería, Don Sergio Espinoza, y junto a la visión de los directores de Fundación CINTEC, Don Mario Toro y su señora Pamela Díaz, es que me preparé en una yegua chilena corralera de nombre Primeriza. Posteriormente, me examinó la clasificadora del evento (profesional del área de la salud junto a mis antecedentes médicos), quedando en grado III. El verdadero desafío fue pasar de un caballo chileno a un caballo Holstein (caballos grandes comúnmente vistos en la calle), que facilitó Carabineros de Chile para ese evento realizado en dependencias de la Escuela de Caballería de Carabineros. Fue muy lindo, con mucho apoyo del público, amigos, familiares, entre otros; en ese momento no le tomé el peso, fue un campeonato nacional y obtuve el primer lugar del tercer nivel, lo que me llena de orgullo.
¿Qué te motivó a seguir una carrera profesional?
Soy Profesor de Educación General Básica con mención en Ciencias e Historia, además de ser equinoterapeuta, la relación entre ambas es poder enseñar. Con los caballos pasa lo mismo, uno aprende del caballo o también puede enseñarle al caballo algo nuevo, y con perseverancia se logra un proceso de enseñanza a aprendizaje.
¿Complementas Paraecuestre con alguna otra actividad?
Por el momento trato de caminar en cuanto a ejercicio se refiere, recordar que aún estamos en pandemia.
¿Cómo ves el apoyo por parte del estado a los deportistas chilenos?
En verdad el estado apoya a los diferentes clubes en realización de competencias por medio de fondos regionales, entre otros, pero a uno como deportista individual, no. Muchos deportistas quedan en el camino por falta de financiamiento en sus diferentes deportes; es una pena ver que se deban ir del país para poder entrenar, con la implementación que se necesita y el financiamiento que es vital para poder sobrevivir. Un caballo no es un aparato sin vida, como lo puede ser un balón de fútbol, cada día es diferente, se puede enfermar, estar de mal humor u otra reacción. Es una preocupación 24×7, y debe haber un equipo detrás, lo que se traduce en costos.

¿Cómo es un día normal de Dagoberto?
En lo cotidiano, me levanto y siempre doy gracias por un nuevo día, envío un mensaje de buenos días a quienes siento; porque un buen día bien dado puede cambiar el día de otro. Posteriormente, cuando llego a montar, me preocupo que el caballo ya haya desayunado para comenzar con un calentamiento previo antes de ensillarlo, para que bote los gases y energías acumuladas durante la noche; ensillo y realizo primero movimientos al paso por todo el picadero, y voy exigiendo más hasta llegar al trote. El trote tiene dos fases que son un trote levantado, es decir, y como su nombre lo indica, yo me levanto de la silla de montar en dos tiempos, y luego un trote sentado para finalizar con ejercicios al paso y el caballo quede más relajado. Luego desensillo y le doy una ducha al caballo para sacarle el sudor y guardarlo nuevamente o dejarlo en su corral de diario… Si puedo, repito las acciones con otro caballo. Lo importante siempre es estar bien hidratado y en estos días un buen bloqueador solar.
¿Cómo te ves en un futuro dedicado 100% o definitivamente es imposible?
Según he comprendido en la vida no hay nada imposible, pero necesito financiamiento de empresas para dedicarme al 100%, tener y mantener un caballo atleta con todo lo que conlleva, que por lo demás en estos momentos no tengo caballo propio, y poder convertirme en el primer jinete paraecuestre en representar a mi país en competencias internacionales haciendo historia. Recordar que Chile es una tierra de jinetes.
Hablemos de tus logros…
Salí primer lugar en mi categoría el año 2016, luego el año 2018 la federación ecuestre de Chile premio a los mejores exponentes de las diferentes disciplinas, y me entregaron un reconocimiento como uno de los mejores exponentes de la rama paraecuestre de Chile, lo que es un orgullo, estar con todos los grandes de la equitación nacional. Ese mismo año competí nuevamente y saqué primer lugar en mi nivel con un porcentaje mayor a 55%, lo que es muy bueno, y en marzo de este año saqué primer lugar en categoría senior varones (ya no estamos para juveniles jajajaja). Como anécdota, ese mismo día en marzo se decretó la suspensión de clases y cuarentena, siendo esta competencia la única oficial de la Federación Ecuestre de Chile.
A propósito, ¿cómo has vivido la pandemia?
La pandemia la he vivido con mucha desesperación, es la incertidumbre de no saber a qué atenerse, y por lo demás no poder montar, que los caballos no tengan el ejercicio necesario, además de la sequía y el precio de los fardos para los animales.
¿Qué se viene para lo que queda del 2020 y para el 2021?
Prepararme para competir en Enero, a finales de Enero, siempre y cuando la pandemia lo permita. Hay algunas invitaciones a competencias internacionales, pero todo está en veremos por la pandemia y por lo más importante, que es el financiamiento para caballo y jinete.
¿Qué metas tienes en la mira?
Ambiciosamente París 2024 y Colombia 2028.
Tus pilares fundamentales y agradecimientos que quieras mencionar…
Primeramente mi familia, que son los que me apoyan día a día y cada una de las personas que me escuchan y apoyan; mi amiga María de los Ángeles Abrigo, quien escucha mis locuras y aguanta mi mal humor, además como educadora diferencial me simplifica el lenguaje de las lecciones que contienen los ejercicios que debo realizar sobre el caballo. Agradezco a Fundación CINTEC, quienes me han acompañado desde siempre en este caminar deportivo y además me han permitido desarrollarme como docente en los diferentes diplomados de equinoterapia que ellos imparten desde hace años; a Don Carlos Castro, quien como maestro de equitación me ayuda en la parte técnica y de reglamentación; y a todos los que permiten que de una u otra forma yo pueda realizar este deporte. Hago mención especial a @entremonturas en Instagram, que aun siendo un emprendimiento naciente me ha apoyado bastante.
Mensaje de motivación a los lectores amantes del deporte y público en general…
“Si tienes un sueño o una meta, no dejes que nada ni nadie te la arrebate, porque la peor de las derrotas es no luchar por lo que uno sueña”.
“Al ponerle fecha a un sueño, se convierte en meta.
Una meta dividida en pasos se convierte en un plan.
Y un plan apoyado en acciones, se vuelve REALIDAD”.
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